Un estudio pastoral para discernir la voluntad de Dios más allá de la apariencia. Descubre lo que la Biblia realmente dice sobre los sorteos, desde su uso sagrado hasta su aplicación en la iglesia de hoy.
Navegando un Tema Espinoso con Sabiduría y Gracia
Querido hermano, querida hermana, es probable que, en tu congregación, como en la nuestra, el tema de los sorteos, rifas y juegos de azar se mire con recelo. Se nos enseña, con buena intención, que es pecado. Pero, ¿qué dice realmente la Biblia? ¿Menciona Dios los sorteos? La respuesta es un sorprendente "sí", y de manera frecuente. Este artículo no busca promover el juego, sino iluminar nuestro entendimiento con la Palabra, explorando desde los sorteos ordenados por Dios hasta el reparto de las vestiduras de Jesús, para aplicar estos principios a desafíos modernos como las ofrendas de fondos y las donaciones.
Más de 70 Veces: La Sorprendente Frecuencia del Sorteo en la Biblia
Lejos de ser un tema marginal, la práctica de "echar suertes" aparece una y otra vez en las Escrituras. Sin embargo, su connotación no es uniforme. Para entenderla, debemos clasificar sus usos en tres categorías principales, que revelan el corazón del asunto: la intención detrás del acto.
1. El Sorteo como Revelación Divina: Cuando Dios Usa lo "Aleatorio"
En el Antiguo Testamento, el sorteo era un medio solemne y reconocido para discernir la voluntad de Dios en asuntos de importancia comunitaria. No era un juego de azar, sino un acto de fe.
· Proverbios 16:33 (NBLA): "La suerte se echa en el regazo, pero la decisión es del Señor". Este es el versículo clave. Establece que para el creyente, no existe el azar ciego. La soberanía de Dios se extiende incluso sobre lo que parece más fortuito.
· Levítico 16:8-10 (NBLA): Dios mismo ordena a Aarón que eche suertes sobre dos machos cabríos en el Día de la Expiación, un ritual central para la purificación del pueblo.
· Josué 18:6-10 (NBLA): La distribución de la Tierra Prometida, la herencia de las tribus, se realizó por sorteo "delante del Señor", confiando en que Él dirigiría el resultado.
· Hechos 1:26 (NBLA): Los apóstoles, para elegir al reemplazo de Judas, oraron y luego "echaron suertes". La suerte cayó sobre Matías. Es significativo que esto ocurrió antes de la llegada permanente del Espíritu Santo.
2. El Sorteo como Método de Asignación Imparcial
Aquí, el sorteo funciona como una herramienta práctica para evitar favoritismos y conflictos, legitimizada por la autoridad divina.
· Números 26:55-56 (NBLA): Dios instruye que la tierra se divida por sorteo, asegurando una distribución justa y divina.
· 1 Crónicas 24:5 (NBLA): El rey David organiza los turnos de los sacerdotes para el servicio del templo "por suerte". Esto no era un juego; era la organización sagrada del culto.
3. El Sorteo en Contexto Negativo: El Caso de las Vestiduras de Jesús
Este es el pasaje que muchos usan para condenar toda práctica de sorteo. Analicémoslo con cuidado.
· Mateo 27:35, Marcos 15:24, Lucas 23:34, Juan 19:24 (NBLA): Los cuatro evangelios registran que los soldados romanos, al crucificar a Jesús, echaron suertes para repartirse sus vestiduras. Su corazón era de codicia, burla e irreverencia total. Este es, sin duda, un uso negativo y pecaminoso del sorteo.
· Sin embargo, el significado profundo es crucial: Este acto malvado cumplió literalmente la profecía del Salmo 22:18. Esto nos muestra la soberanía absoluta de Dios, que puede usar incluso los actos pecaminosos de los hombres para cumplir Sus propósitos perfectos. El problema no fue el método, sino el corazón de quienes lo usaron.
Aplicación Práctica: ¿Y Hoy en Día en Nuestras Iglesias?
Entonces, ¿cómo aplicamos esto a los desafíos que mencionabas, Miguel Ángel? Surgen dos escenarios comunes.
Escenario 1: "Hermano, ¿Puedo Ofrendar Dinero Ganado en un Sorteo?"
Si un creyente gana dinero en un sorteo comercial y desea ofrendarlo, ¿es "dinero sucio"?
· Principio: El dinero en sí es neutro. Lo que santifica la ofrenda es el corazón del dador (2 Corintios 9:7). Si el hermano ve el dinero como provisión de Dios y lo da con gratitud, su ofrenda es aceptable.
· Consejo Pastoral: Por amor a la unidad y para evitar escandalizar a hermanos de conciencia más débil (1 Corintios 8), lo más sabio es que el ofrendante no anuncie la procedencia del dinero. Que su ofrenda sea un acto privado de adoración. Si su conciencia le remuerde, que use ese dinero para otra buena obra.
Escenario 2: ¿Podemos Hacer una Rifa"
Aquí la iglesia es la organizadora, y la evaluación debe ser más rigurosa.
· El Problema del Incentivo: La ofrenda bíblica nace de la generosidad, no de la expectativa de un premio. Una rifa puede degradar la ofrenda a una transacción comercial, apelando a la codicia en lugar de al amor por la obra de Dios.
· Alternativas Bíblicas:
o Venta de productos o servicios (pasteles, manualidades, etc.).
o Cenas o eventos benéficos donde se paga por una experiencia.
o Un llamado directo a la fe y la generosidad, enseñando sobre la mayordomía.
Conclusión: Soberanía, Corazón y Sabiduría
La Biblia no condena el acto mecánico de echar suertes. La clave está en el corazón, el contexto y el propósito. En el Antiguo Testamento, fue un instrumento válido. Hoy, en la era del Espíritu Santo, tenemos medios superiores de guía: Su Palabra, la oración, y la paz de Cristo en nuestros corazones.
Nuestra confianza no está en la "suerte", sino en un Dios soberano que todo lo gobierna. Al enfrentar estas cuestiones, actuemos con gracia para entender las intenciones, y con verdad para mantener los altos estándares del Reino, buscando siempre la edificación del cuerpo de Cristo.
¿Te fue de bendición este estudio? Tu opinión es valiosa para nuestra comunidad. Déjanos un comentario contando tu perspectiva o una experiencia relacionada. Suscríbete al blog para no perderte los próximos estudios y comparte este artículo con aquellos en tu congregación a quienes pueda servir. ¡Edifiquémonos juntos en la Palabra!
No hay comentarios:
Publicar un comentario