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miércoles, 28 de enero de 2015

Los Hijos y la Vara de la Corrección

por Dave Miller, Ph.D.

La civilización norteamericana ha experimentado un tremendo cambio social en los cincuenta años pasados en prácticamente toda faceta de su cultura. Por ejemplo, esta transformación es evidente en el área de la familia y la disciplina de los hijos. Desde el establecimiento de los Estados Unidos, la mayoría de norteamericanos ha creído en el valor del castigo corporal. Esta disciplina ha incluido castigar al niño usando una variedad de instrumentos, incluyendo una vara, palo, correa, regla o la mano. La última generación que ha experimentado este enfoque en una escala amplia fue la generación de la Segunda Guerra Mundial. Debido a la influencia adversa de los liberales sociales y de los supuestos “especialistas” en el comportamiento humano y la psicología infantil, el pensamiento de muchos norteamericanos ahora se ha transformado a tal punto que se ha visto el castigo corporal como “abuso infantil”. Incluso la judicatura ha tomado esta posición.

Que quede bien claro: el abuso infantil genuino toma lugar cada día en Norteamérica. Algunos padres están quemando, torturando e incluso matando a sus hijos. Sin embargo, el abuso de algo bueno no es un argumento en contra de su uso legítimo y sensato. El comportamiento extremo a menudo provoca una reacción extrema. A pesar del atractivo superficial de los argumentos que se reúnen en contra del castigo corporal, los que reconocen que la Biblia es la Palabra inspirada de Dios están más interesados en la perspicacia bíblica concerniente al tema. ¿Aprueba o prohíbe la Biblia la corrección corporal de los niños?

EL PUNTO DE VISTA BÍBLICO

Varios versículos hacen referencia explícitamente al uso del castigo corporal en la crianza de los niños. El refrán antiguo, “Detiene la vara y malcría al niño” es sin duda un parafraseo de las palabras de Salomón: “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige” (Proverbios 13:24). Este tema se repite por todo el libro de Proverbios. Por ejemplo, Salomón aseveró que la “necedad está ligada en el corazón del muchacho; mas la vara de la corrección la alejará de él” (22:15). Este enunciado singular tiene mucho significado así que merece meditación y análisis profundo y prolongado. La mayoría de psicólogos de adolescentes no han llegado ni siquiera a investigar su profundidad, y muchos menos están de acuerdo con este.

Para que no se piense que Salomón usó el término “vara” figurativamente, sin intentar dejar la impresión que los padres deberían realmente golpear a sus hijos con una vara, él clarificó su enunciado: “No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del Seol” (23:13,14). Obviamente se necesita un balance apropiado entre la corrección y/o amonestación verbal y la aplicación del castigo corporal, como se puede notar en las siguientes palabras: “La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre. Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma” (29:15,17, énfasis añadido). No se puede subestimar ni disminuir exitosamente la gran importancia de la interacción entre la instrucción, la amonestación y la crianza positiva, juntamente con el castigo físico adecuado.

SIGNIFICADO DE LA “VARA”

Pero ¿qué quiso decir Salomón con la palabra “vara”? El Antiguo Testamento usa principalmente tres palabras hebreas para hacer referencia a una vara de madera.

Maqqel hace referencia a una rama de árbol que ha sido transformada en una vara para guiar (Números 22:27), a un bastón de pastor (1 Samuel 17:40—que Goliat llamó “palo”—vs. 43), o a un arma de guerra (Ezequiel 39:9—“lanza” en la RVR). También se usa como símbolo de dominio (e.g., Jeremías 48:17—donde se usa como un paralelismo sinónimo de matteh) y en su estado natural como una rama de un árbol de álamo, avellano o castaño (Génesis 30:37; Jeremías 1:11) [vea Harris, et.al., 1980, 1:524; Botterweck, et.al., 1997, 8:548-550].

Matteh se usa 252 veces y hace referencia a una rama, palo, tallo, vara, bastón y más a menudo a una tribu (algo de 180 veces). Puede hacer referencia a un palo usado para golpear comino y/o grano (Isaías 28:27), a una lanza de un soldado (1 Samuel 14.27), también como a la astil de una flecha (Habacuc 3:9,14) [Botterweck, et.al., 8:241; Gesenius, 1847, pp. 466-467].

Shevet, la palabra usada en Proverbios, hace referencia a un bastón, palo, vara, cetro y tribu. Gesenius lo definió como “un bastón, palo, vara” y luego mostró cómo se traducía diferentemente de acuerdo con su uso, sea para golpear, azotar, castigar (Isaías 10:5,15), o como el bastón de un pastor (Levítico 27:32; Salmos 34:4), el cetro de un rey (Génesis 49:10; Amós 1:5,8) una tribu (Jueces 20:2), o una vara de medición o una lanza (2 Samuel 18:14) [p. 801. cf. Harris, et.al., 2:897].

Matteh y Shevet se usan juntos en Ezequiel 19:10-14 para hacer referencia a ramas frescas de árboles. Se usan en paralelismo sinónimo en Isaías 28:27 como un palo usado para golpear comino y/o grano: “Sino que con un palo (matteh) se sacude el eneldo, y el comino con una vara (shevet)”. Estos son incuestionablemente sinónimos. Si se puede hacer alguna distinción entre estos, es que matteh no se usa para hacer referencia a un cetro (vea Harris, et.al., 2:897 en contraste a Gesenius, pp. 466-467). Sin embargo, se usan ambos para hacer referencia a un palo o a una vara. De hecho, se usa shevet específicamente para hacer referencia a una vara usada para golpear a seres humanos: “Y si alguno hiriere a su siervo o a su sierva con palo...” (Éxodo 21:20). Como Issacs anotó: “El hebreo shebhet es la palabra ordinaria para vara o palo” (1959, 4:2702; cf. McClintock y Strong, 1880, 9:57-58,401).

Además de los versículos en Proverbios que hacen referencia específicamente a corregir corporalmente a un muchacho, varios otros versículos verifican el golpe literal del cuerpo con un palo de madera. Por ejemplo, “En los labios del prudente se halla sabiduría; mas la vara es para las espaldas del falto de cordura” (Proverbios 10:13). “El látigo para el caballo, el cabestro para el asno, y la vara para la espalda del necio” (Proverbios 26:3). Obviamente, la “vara” es tan literal como el “látigo” y el “cabestro”. El salmista declaró: “Entonces castigaré con vara su rebelión, y con azotes sus iniquidades” (Salmos 89:32). Aunque estuvo hablando figurativamente, el salmista puso en el mismo nivel la “vara” con el “látigo”. En pasajes donde se usa figurativamente el término “vara”, el uso figurativo presupone el significado literal (e.g., Job 9:34; 21:9; Isaías 10:24; 11:4; 14:29; 30:31; Lamentaciones 3:1; Miqueas 5:1).

CONCLUSIONES

A la luz de la información lingüística se puede garantizar las siguientes conclusiones:

Primero, los tres términos son esencialmente sinónimos y no tienen ninguna distinción real. Son tan genéricos, ambiguos y flexibles como sus homólogos en español. Como Orr declaró: “Se puede concluir poca distinción entre las palabras hebreas usadas para ‘vara’ y ‘bastón’” (1959, 4:2596; también Funderburk, 1976, 5:132). La generalidad que existe entre estos términos es el hecho que todos hacen referencia a un palo y/o rama, i.e., rama de un árbol. En la antigüedad, se hacían los cetros, lanzas, flechas, varas, bastones y/o báculos de madera, i.e., de ramas de árboles. (cf. Ezequiel 19:11). Por ende, la distinción entre estos era el propósito y/o función—no la fuente. Así que el tamaño, i.e., el grosor y la longitud hubieran variado igualmente. Estas palabras hebreas por sí mismas no poseen una indicación inherente concerniente al tamaño.

Segundo, Proverbios claramente enseña el principio de corregir corporalmente. Esto es innegable. Ya que Dios no aprobaría el abuso infantil (cf. Colosenses 3:21), por consiguiente el instrumento usado para corregir (sea el látigo, la regla, el palo, la correa, etc.) debería realizar el trabajo sin causar daño inadecuado o innecesario al cuerpo del niño. La “vara” tiene mucha recomendación y ciertamente coincide con los textos bíblicos sobre el tema. Pero se debe ejercitar el sentido común y sano al determinar su tamaño.

En sus comentarios sobre la palabra hebrea para “vara”, el erudito en hebreo y Profesor de Antiguo Testamento en la Universidad Regents, Bruce Waltke anotó: “La vara también se usó como un instrumento para la corrección o el castigo penal... En Proverbios es un símbolo de disciplina, y no usar la disciplina preventiva verbal y la disciplina correctiva del castigo físico daría como resultado la muerte del hijo” (Harris, et.al., 1980, 2:897, énfasis añadido). El autor del libro apócrifo, Eclesiástico, observó: “Aquel que ama a su hijo le castigará a menudo, para que se regocije en la manera que crece” (May y Metzger, 1965, p. 166).

Escribiendo más de cien años atrás, el profesor W.F. Adeney ofreció una observación sorprendentemente actual que es digna de elogio:

Los modales modernos repudian el rigor primitivo del Libro de Proverbios. No solamente en la crianza doméstica, sino incluso en la ley criminal, la gente rechaza los métodos duros antiguos y procuran sustituir medios más benignos de corrección. Sin duda muchas veces la disciplina de nuestros antepasados llegaba a ser demasiado dura, e incluso brutal. La relación entre padre e hijo era muy a menudo escasa de simpatía por causa del ejercicio indebido de la autoridad paternal, y la sociedad generalmente era endurecida en vez de purificada a causa las formas despiadadas de castigo. Pero ahora el punto es si no estamos errando hacia el extremo opuesto al mostrar más ternura al criminal que a su víctima, y si estamos fallando en hacer sentir a nuestros hijos la necesidad de la disciplina dolorosa. Nosotros idolatramos la comodidad, y estamos en peligro de pensar que el dolor sea peor que el pecado. Por tanto, deberíamos considerar algunas de las desventajas de descuidar los métodos antiguos de castigo (1950, 9:258-259).

REFERENCIAS

Adeney, W.F. (1950 reimpresión), The Pulpit Commentary—Proverbs, Ecclesiastes, Song of Solomon, ed. Spence, H.D.M. and J.S. Exell (Grand Rapids, MI: Eerdmans).

Botterweck, G. Johannes, Helmer Ringgren, y Heinz-Josef Fabry, eds. (1997), Theological Dictionary of the Old Testament (Grand Rapids, MI: Eerdmans).

Funderburk, G.B. (1976), “Rod,” The Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible, ed. Merrill Tenney (Grand Rapids, MI: Zondervan), 5:132-133.

Gesenius, William (1847), Hebrew-Chaldee Lexicon to the Old Testament (Grand Rapids, MI: Baker), 1979 reprint.

Harris, R. Laird, Gleason Archer, Jr. y Bruce Waltke, eds. (1980), Theological Wordbook of the Old Testament (Chicago, IL: Moody).

Isaacs, Nathan (1956), “Sceptre,” International Standard Bible Encyclopedia, ed. James Orr (Grand Rapids, MI: Eerdmans), 4:2701-2702.

May, Herbert y Bruce Metzger (1965), The Oxford Annotated Bible With the Apocrypha (New York, NY: Oxford University Press).

McClintock, John y James Strong (1880), Cyclopedia of Biblical, Theological, and Ecclesiastical Literature (Grand Rapids, MI: Baker, 1970 reprint).

Orr, James (1959), “Rod,” International Standard Bible Encyclopedia, ed. James Orr (Grand Rapids, MI: Eerdmans), 4:2596.

Fuente: Este artículo está disponible en la página Web de Apologetics Press: http://www.apologeticspress.org/espanol/articulos/3107

 

 

Como disciplinar a un niño bíblicamente

La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él. (Pr. 22:15)

No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, Y librarás su alma del Seol.  (Pr. 23:13-14)

La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre. (Pr. 29:15)

Introducción:

  1. ¿Por qué debo disciplinar a mi hijo? Pr. 22:6
  2. ¿Qué debe motivarme a disciplinar? Pr. 29:17
    1. Estado temporal del niño. Pr. 29:15
    2. Disciplina interna del niño. Pr. 20:30
    3. Estado eterno del niño. Pr. 23:13, 14

Como Disciplinar:

  1. Ame a su hijo antes de disciplinarlo.
  2. Nunca discipline cuando enojado (fuera de control). *Espere.
  3. Cuando su corazón está bien, su mano estará bien.
  4. Dé disciplina y no abuso.
  5. Después de que el niño sabe el mal que hizo.
  6. Determine entre: rebelión y accidente, ignorancia u olvido, desobediencia.
  7. Ser fiel a disciplinar cada hecho de rebeldía y desobediencia.
  8. Si posible, discipline privadamente.
    1. En una habitación de la casa.
    2. No en la presencia de otros niños.
    3. Nunca discipline en público
  9. Discipline pronto después de la ofensa.
  10. Dile qué hizo mal antes de disciplinarlo.
  11. Si es posible, enséñele de la Biblia su error. Ef. 6:1
  12. Enséñele que no solo lo ha ofendido a usted, pero también ha pecado contra Dios.
  13. Explique al niño que lo ama y que lo está disciplinando porque Dios lo demanda.
  14. No se imponga a detenerlo para disciplinarlo.
  15. Haga que los varones se agarren de los tobillos – que las muchachas se pongan sobre la cama.
  16. Haga que miren para otro lado.
  17. Tome su tiempo, no se apure.
  18. Use una paleta de madera.
  19. Castigue hasta que se arrepienta.
    1. No puede esperar hasta que es un joven para agarrar su atención.
    2. Ciertas ofensas requieren ciertos castigos.
  20. Ore con el niño cuando acabe de disciplinar y se ha arrepentido. *Deje que arregle cuentas con Dios y usted.
  21. Ame a su hijo y perdónelo.
    1. Luego, mañana, olvide que ha tenido que disciplinarlo.
    2. No traiga a memoria otra vez lo que ha hecho, después que se ha arrepentido.
    3. Dios no se acuerda de nuestros pecados cuando se lo confesamos y nos perdona. 1 Jn. 1:9; Heb. 10:17

Fuente: http://www.literaturabautista.com/como-disciplinar-un-nino-correctamente

 

"¿Cómo deben los cristianos disciplinar a sus hijos? ¿Qué es lo que dice la Biblia?"

 

Respuesta: Hace unas décadas, el darles unas nalgadas a los niños era una práctica comúnmente aceptada. Sin embargo, en años recientes, el darles nalgadas (y otras formas de castigo corporal) ha sido reemplazado con “tiempos fuera” y otros castigos que no involucran la disciplina física. De hecho, el darle nalgadas a los niños ha sido considerado como ilegal en algunos países. Muchos padres temen corregir de esta forma a sus hijos, por el miedo a ser reportados al gobierno y que les sean quitados sus hijos. No hay que malentenderlo - de ninguna forma estamos abogando por el maltrato infantil. Un niño jamás debe ser disciplinado físicamente hasta el punto que pueda causarle un daño físico. Sin embargo, de acuerdo con la Biblia, es bueno que el niño cuente con restricciones y una apropiada disciplina física, que contribuya a su sano desarrollo y bienestar.

De hecho, muchas Escrituras promueven la disciplina física. “No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá.” (Proverbios 23:13-14) Hay también otros versos que apoyan la corrección física (Proverbios 13:24, 22:5, 20:30). La Biblia habla enfáticamente de la importancia de la disciplina; es algo que todos debemos tener para ser personas productivas y es mucho más fácil aprenderlo mientras aún somos pequeños. Los niños que no son disciplinados, crecen en rebelión, no tienen respeto por la autoridad, y como obvio resultado, no estarán dispuestos a obedecer y seguir a Dios. Él utiliza la disciplina para corregirnos y guiarnos por el camino correcto; así como para llevarnos al arrepentimiento de nuestras acciones (Salmo 94:12; Proverbios 1:7, 6:23, 12:1, 13:1, 15:5; Isaías 38:16; Hebreos 12:9) Estos son sólo algunos de los versos que hablan sobre lo bueno de la disciplina.

Aquí es donde reside el problema; muchas veces los padres son, o muy pasivos o muy agresivos cuando se trata de disciplinar a sus hijos. Aquellos que no creen en el castigo físico, algunas veces carecen de la habilidad para corregir y disciplinar correctamente, causando que sus hijos crezcan como niños revoltosos y desafiantes. Esto lastimará a sus hijos a la larga. “La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre” (Proverbios 29:15). Luego, están aquellos padres que pueden malentender la definición bíblica de la disciplina (o tal vez es que sólo sean personas abusivas) y la usan para justificar el abuso y maltrato de sus niños.

La disciplina se utiliza para corregir y guiar a la gente por el camino correcto. “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados” (Hebreos 12:11). La disciplina de Dios es amorosa, como debe ser entre el padre y el hijo. El castigo físico nunca debe ser usado para causar un dolor o daño físico permanente, sino como un golpe rápido (en el trasero, donde hay más “relleno protector”), para enseñar al niño que lo que hizo está mal y es inaceptable. Nunca debe ser usado sin control o para descargar nuestro enojo y frustraciones.

“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” (Efesios 6:4). Criar a un niño en la “disciplina y amonestación del Señor” incluye la disciplina correctiva, establecer límites, y sí, amorosa disciplina física.


Leer más: http://www.gotquestions.org/Espanol/disciplinando-hijos.html#ixzz3Q6FYqiTj