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domingo, 30 de agosto de 2015

El Libro De Las Actitudes - Sonia Café - Podemos manifestar actitudes a través de los pensamientos, de los sentimientos, del cuerpo y de las palabras.

EL LIBRO DE LAS ACTITUDES

 

INTRODUCCIÓN

Podemos manifestar actitudes a través de los pensamientos, de los sentimientos, del cuerpo y de las palabras. Toda actitud pide una forma de acción visible o invisible. Esa acción nos coloca en el proceso de invocar y vivenciar las cualidades esenciales que queremos imprimir en nuestra vida. Cuando intelectualmente comprendemos algo, es necesario que anclemos en el corazón esa comprensión y la transformemos en una actitud que estamos dispuestos a asumir.

Son infinitas las maneras como podemos actuar, y toda acción implica una elección que se refleja inmediatamente en el ambiente donde vivimos. Cuando podemos estar atentos al modo como actuaremos, nuestros actos se revestirán de las actitudes que elegimos asumir y creamos una red luminosa y sincrónica de calidad que lleva todo a fluir en sintonía con nuestras elecciones.

Así, actitudes consciente y amorosamente asumidas son la clave para vivir en sintonía con nuestra verdadera Esencia. Responder, aquí y ahora con el gesto, la palabra, el sentimiento o el pensamiento correctos y apropiados es la dádiva más plena que podemos acoger en el centro de nuestro Ser.

En toda la Naturaleza, miríadas de seres invisibles están haciendo una profunda interacción energética para que nuestros sentidos sientan la realidad multicolor y multifacética que nos rodea. Nosotros, Seres Humanos, somos una parte muy importante de un todo vibrante e integrado en muchas dimensiones de vida y conciencia. La calidad de vida en ese "todo" depende mucho de las actitudes que decidimos vivir.

Cuando una flor se abre en te floresta y un colibrí viene a libar su néctar, es posible intuir la presencia de la alegría en la vulnerabilidad de la flor que se abre y se entrega al beso del pájaro. Sus actitudes son orgánicas y reflejan la dádiva de la preciosa y equilibrada sincronía que une a todo en la Naturaleza.

El Ser Humano es el único que puede elegir conscientemente la dirección de sus acciones, tornando visibles las intenciones de su Esencia Divina y, a través de sus actitudes, demostrar el valor de sus palabras, el poder de sus pensamientos y el calor de sus sentimientos en todo lo que realiza.

Cuando realizamos toda y cualquier acción, sea sencillamente pensando, sintiendo o actuando concretamente (teniendo presente que "no actuar" en la hora y el momento correctos es una forma de acción), conscientes de la correcta actitud para cada momento, creamos una abertura hacia las dimensiones más profundas en nuestro Ser, donde tenemos acceso al Amor y a la Sabiduría sin límites.

La calidad presente en nuestra conciencia cuando asumimos actitudes es lo que determina el campo vibratorio y sensible donde vamos a actuar y vivir la plenitud de ser simultáneamente, humanos y divinos.

Este es un libro para que ejercites y valorices la sintonía con tu Esencia Interna en el momento de actuar.

El te hace una invitación: la de hacerte consciente de cuán importantes son nuestras actitudes y de cómo ellas reflejan lo que atraemos y creamos en el día a día de nuestras vidas.

El Libro de las Actitudes se propone ser un eslabón de unión consciente entre tú y el ambiente donde vives.

Úsalo cuando necesites un compañero amigo que puede auxiliarte en la búsqueda de la actitud que mejor corresponda a tu acción. Con ilustraciones graciosas y alegres, este libro te ayudará, a través de la imagen y de la palabra, a hacerte consciente de las diferentes maneras de tomar actitudes en tu vida.

Sonia Café

Ejerció de consultora editorial de Editora Pensamiento-Cultrix durante 20 años. A principio de los años 80, participó en la creación de Uniluz, centro de vida espiritual y educación holística con sede en Nazaré Paulista, en Brasil.

PARA BAJAR EL LIBRO HAZ CLICK AQUI: http://bit.ly/1JFRaPM

jueves, 13 de agosto de 2015

OLVIDATE DEL YO, SIRVE, AMA, APRENDE, COMPARTE Y SE FELIZ!!!

 

"EL verdadero amor no es un juego para los frágiles de corazón ni para los débiles; nace de la fortaleza y la comprensión"  (Meher Baba)

Servir a los otros nos aporta dos gratificaciones, por una parte aliviamos el sufrimiento de los demás, y por otra, nos liberamos a nosotros mismos.

No siempre es agradable y placentero, algunas veces es exigente y repugnante para los sentidos.

Para servir debemos estar dispuestos a alcanzar lo inalcanzable, soportar lo insoportable, amar lo repulsivo y sólo entonces, podremos comprender el verdadero significado del servicio sin egoísmo.

Cuando aprendemos a servir verdaderamente las discusiones, conflictos y esfuerzos desaparecerán de nuestras vidas.

Pensar en los demás nos aportará libertad y gozo más allá de lo imaginable.

Las discusiones surgen cuando dos personas intentan ganar egoístamente; es como estar en "tira y afloja, todas las palabras que utiliza se pueden reducir a una: "YO", y a su opuesto "No YO.

Llega un momento que ambos bandos se retiran en doloroso aislamiento, a menos que uno de ellos esté dispuesto a ceder un poco y darle al otro.

Con demasiada frecuencia quiero que la otra persona considere mis necesidades antes que yo considere las suyas, pero he descubierto que la manera más rápida de resolver un conflicto es mostrarle al "oponente" que soy consciente de su punto de vista.

En el momento que la otra persona percibe reconocimiento, su ira desaparecerá y será posible llegar a una solución.

Cuando el "escúchame" se convierte en un "estoy dispuesto a escucharte, la paz sustituye la discordia.


Una de las formas de servicio más elevada que desde mí punto de vista que se puede practicar, es ver la Luz de Dios en todo ser humano sin que importen las circunstancias externas o las apariencias, es un profundo acto de amor, al reconocer lo sagrado que hay en su interior servimos a esa persona, aún cuando el mundo se empeñe en reconocerlo de otra manera.

Todos los actos de caridad o entrega son valiosos porque reconocen la verdadera dignidad de aquéllos hacia los que va dirigida la acción.

Lo importante en este acto es ver al otro como mi igual.

Tampoco ponerme en un lugar "santo o sagrado" por encima de la otra persona funciona, debido a que la piedad o la lástima no son buenas razones para ser caritativos, porque únicamente refuerzan las ligaduras entre el dador y el que recibe.

La verdadera caridad no se encuentra en dar, sino en compartir.

Aquel que da permanece incompleto como dador, en cambio el que comparte está completo.

El que ha despertado su conciencia debe levantarse de su asiento para compartir lo que ha visto en su interior, el discípulo de la verdad debe enseñar lo que ha aprendido y servir en consecuencia.

El amante de Dios debe amarlo en sus semejantes.

La sabiduría para mí carece de significado a menos que se viva, y el amor es infructuoso a menos que se entregue.

Hay algo que gusta mucho y es la parábola de la semilla, que nunca sabemos en que tierra cae, pero que bonito es ir regando semillas de amor y devoción por el mundo, es un acto de amor y de renuncia al "YO". La humildad te acerca más a Dios.

Fuente: http://lareconexionmexico.ning.com/profiles/blog/show?id=5130730%3ABlogPost%3A5419&xgs=1&xg_source=msg_share_post