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miércoles, 9 de septiembre de 2015

SOY TU TIROIDES. Autora: Dra. Rosa F. Wainstein de Cassin

Publicado por MAYA el septiembre 9, 2015 a las 2:34pm

Soy tu tiroides
No es fácil pensar que una glándula cuyo peso no excede el de 4 sobrecitos con azúcar (alrededor de 25 gramos), sea capaz de decidir si su dueño irá a dormir o a bailar o simplemente a pelear con quien se acerque.
La vida tiene su encanto. Hay que saber disfrutarla y para ello hay que estar en condiciones de hacerlo. No es fácil pensar que una glándula cuyo peso no excede el de 4 sobrecitos con azúcar (alrededor de 25 gramos), sea capaz de decidir si su dueño irá a dormir o a bailar o simplemente a pelear con quien se acerque.
Quien tiene ese poder es la traviesa tiroides: yo soy tu tiroides y no seré modesta, pero no puedo dejar de admitir que soy muy inteligente, ya que desde mi casi desapercibida ubicación en el cuello, puedo hacerte gozar o padecer de un montón de cosas. Imaginate una noche de baile y frenesí, de placer y gratas compañías y a vos con un calor agobiante, que te hace transpirar, latir a mil el corazón y "destrozar tus nervios".... Y qué te parece si un día de 35º a la sombra, alguien prende el bienvenido aire acondicionado (bueno, puede ser sólo un ventilador de techo) y vos tenés que salir corriendo a buscar un abrigo (que siempre llevás en la cartera o en el portafolio), porque el frío te hace temblar, las manos se te ponen oscuras y sentís que tan sólo una frazada tal vez podría ayudarte.
Seré una glándula inteligente, pero no por éso dejo de tener mis berrinches y éso hace que un día, un buen, o mal día, empiece a funcionar mucho o poco, a crecer hasta formar un bocio, a desordenar mis células y formar unos odiosos bultitos llamados nódulos, a cambiar todo. Pero todo, todo, desde la cantidad de glóbulos rojos hasta el valor del colesterol, desde producir diarrea hasta la constipación más rebelde, desde el engorde hasta el adelgazamiento de 10 kilos en un mes, desde la caída del pelo y la piel reseca hasta la transpiración constante, desde la palpitación "que parece que el corazón se me sale del pecho" hasta el pulso y la presión tan bajas que casi no se pueden medir, desde el "me duermo todo" hasta el "no pego un ojo en toda la noche"....Y el ánimo, qué ánimo!, desde la apatía total (incluyendo las pocas ganas de disfrutar las noches en privado) hasta la irritabilidad constante.
Seré traviesa, pero no desordenada. Todo ese descalabro lo hago con cierto orden: nada se asocia con algo que no debe. Si te hago tener frío, por ejemplo, te haré tener sueño. Así siempre.
Frío mas sueño más...
Cuando la glándula tiroides, o sea yo, no funciono, puede ocurrir que no pueda hacerlo porque me falte iodo para fabricar las hormonas que debo, o porque quien habitualmente me estimula para funcionar (la glándula hipófisis con su hormona TSH), tiene algún desperfecto y deja de hacerlo o bien porque se formen unas sustancias a destiempo (los anticuerpos), que me desconocen y me atacan como si yo fuera transplantada. Sea cual fuere la causa, mi comportamiento se altera.
Supongamos que dejo de funcionar, no del todo, por supuesto, pero sí que empiezo a tener días de ocio en que no quiero trabajar, días en que me pongo celosa de otros órganos porque creo que al ser más conocidos reciben más honores que yo, pero que sé que se pondrían rojos de vergüenza si a mí me estudiaran mejor.
Cuando mi funcionamiento no está a la altura de las circunstancias, el médico hace el diagnóstico de HIPOTIROIDISMO como si de mí pudiera decirse lo que se quiera. Para ello, bastará con un buen interrogatorio (tranquilo, pero interrogatorio al fin), un examen clínico, un análisis de sangre y si aún sigo mostrando la hilacha pero no termino de dar la "prueba de amor", justamente una prueba de laboratorio lo confirmará (son necesarios dos pinchacitos y 25 minutos para decir sí o no al diagnóstico).
¿Qué se podrá obtener con el interrogatorio en un caso de hipotiroidismo?: conocer algunos de los síntomas, ya que no hace falta que estén todos, pero sí que sean suficientes como para justificar los estudios (es decir que aunque aún no me puedan declarar culpable, les de sobradas sospechas para seguir la investigación). Las asociaciones más frecuente son:
  • aumento de peso con somnolencia y depresión, cansancio.
  • aumento de peso con caída de cabello, seborrea de cuero cabelludo y dorso, y sequedad de la piel de brazos y piernas (parecen descamar en los ca
  • aumento de peso con constipación, piel seca y uñas frágiles, cambios en el tono de la voz.
  • sos más severos) y en especial de codos y talones con la consiguiente rotura de medias...
  • cansancio, caída de cabello y a veces de pelos de cejas y pestañas, hinchazón de cara y manos, especialmente a la mañana.
  • calambres, cansancio, depresión, pérdida de memoria, dificultad para estudiar o para recordar el último chimento que se pensaba contar a la cuñada.
Luego, el examen clínico mostrará piel fría, muchas veces infiltrada (con un edema o mixedema blando por debajo), uñas que descaman por capas, pulso lento (bradicardia), presión arterial bajísima (hipotensión arterial). Al palpar el cuello podrán tocarme fácilmente, porque soy una glándula muy fácil.... muy fácil de palpar y puedo tener tamaño normal o aumentado (bocio difuso), ser lisa o "empedrada" si tengo una inflamación (tiroiditis) o tener esas formaciones pequeñas (o a veces increíblemente grandes), una o varias, que son los nódulos (bocio nodular).
El laboratorio me condenará al hipotiroidismo: además de las alteraciones hormonales, habrá anemia, colesterol total alto y el colesterol bueno o HDL, bajo.
Calor mas palpitaciones mas...
Cuando se me ha dado por trabajar a destajo, con todo, la enfermedad se llamará HIPERTIROIDISMO. Los síntomas serán algunos de los siguientes, siendo sus combinaciones más frecuentes:
  • pérdida de peso con gran nerviosismo, insomnio y temblor.
  • irritabilidad, insomnio, palpitaciones, calor.
  • transpiración profusa, temblor, palpitaciones, mirada fija, ojos que no toleran la luz ni el sol.
  • pérdida de peso, sed, diarrea, hambre, "ojos saltones", aumento del tamaño del cuello (no tolero ni collares ni poleras ni corbatas...)
Los estudios serán los mismos, más algunos que, también sencillos, informarán sobre mis medidas, tipo de tejido glandular, si tengo nódulos, etc. Fundamentalmente podrán estudiarme con una captación de iodo radiactivo, nombre preocupante si lo hay, pero que en las condiciones adecuadas no representa ningún riesgo. No implica ninguna molestia y dará buena información. Junto a ello, los médicos suelen pedir otro estudio: el centellograma tiroideo, un verdadero mapa de mi región. Una forma también indolora y sencilla de conocer cuánto mido, cuál es la calidad de mi tejido, si tengo o no nódulos, sus características y tamaño, es la ecografía tiroidea.
Afortunadamente cada vez hay métodos más sencillos y accesibles para que no me dejen vivir en paz...aunque prefiero un buen diagnóstico y un buen tratamiento: éste por lo general es sencillo y económico. Los nódulos podrán requerir una biopsia, me pincharán pero por fuera, a través de la piel del cuello, sin tubos ni sondas y en muy pocos casos la cirugía deberá resolver las cosas. Y pensaré:"y bueno, si con eso podré seguir disfrutando de la vida, que me operen nomás...".
Algo que no les perdonaría es que no diagnostiquen mis enfermedades a tiempo cuando de un recién nacido se trata. Habrán oído por ahí que "una gota de sangre evitará un mar de lágrimas" y eso lo dice todo: cuando nace un chiquito, hoy una ley lo exige, deberá obtenerse una gota de sangre del talón y en ella investigar dos enfermedades: el "HIPOTIROIDISMO CONGENITO" y la "fenilcetonuria". Su tratamiento precoz, desde poco después del nacimiento, asegurará que el bebé tenga un desarrollo físico e intelectual normal. A no dudarlo.
¿Así que 25 gramos decidirán por mí si la noche será de pelea, de sueño o de placer?: creo que llegó la hora de consultar para demostrar quién manda acá...
PUBLICADO POR MARIA ANGÉLICA SASSONE


domingo, 6 de septiembre de 2015

EL BUEN HÁBITO DE LA SIESTA EXPRESS. Juan-M Dupuis

Publicado por MAYA el 4 de septiembre, 2015.
E
ENVIADO POR KAREN

Dormir es un período de actividad del mismo nivel que estar despierto. Lo único que cambia son las percepciones sensoriales, que al dormir se reducen. El cuerpo continúa con su actividad, aunque de diferente manera: se esfuerza por realizar varias tareas para recuperarse de todo el día, garantizar su mantenimiento y prepararse para el día siguiente.

De ninguna manera podemos privar al cuerpo de esta actividad de recuperación, conservación y preparación, sin la cual se resentirían tanto nuestra salud como la calidad de nuestra "primera vida", esa en la que nos encontramos despiertos y conscientes.

Las fases del sueño
Dormimos en ciclos de 90 a 120 minutos. Una noche de descanso está compuesta por entre tres y seis ciclos, y cada uno de ellos tiene cinco fases:

El adormecimiento. A la hora a la que solemos dormirnos, nuestro cerebro segrega las hormonas que provocan bostezos y somnolencia; es el momento en el que resulta más fácil quedarse dormido. A medida que el sueño nos va invadiendo, los músculos se relajan, nuestro estado de alerta disminuye y el pulso y la respiración se ralentizan. Duración: de 3 a 12 minutos.

El sueño ligero. Nos hemos quedado dormidos, pero cualquier estímulo exterior (un ruido o el contacto físico) puede despertarnos. Duración: de 10 a 20 minutos.

El sueño lento ligero. Los signos vitales se ralentizan y se hacen más regulares. La actividad muscular es prácticamente imperceptible. Todavía escuchamos ruidos exteriores, pero ya no nos despiertan. Duración: 10 minutos.

El sueño lento profundo. Ocupa la mayor parte de nuestro descanso. La temperatura disminuye y los signos vitales son completamente regulares. El cuerpo y el cerebro se encuentran en reposo. Duración: de 15 a 20 minutos.

El sueño paradójico: la actividad eléctrica de los ojos y el cerebro gana en intensidad. La mente está despierta, pero no percibe el entorno. El pulso y la respiración son irregulares. El consumo de aire y glucosa es tan alto como cuando se está despierto.

El ritmo de las ondas eléctricas del cerebro durante el sueño paradójico es similar al de cuando estamos despiertos. Aunque el cuerpo se encuentre inerte y la persona dormida, el cerebro está muy activo. Por eso a esta fase se la denomina sueño paradójico. Ocupa el 20% del primer ciclo y, a medida que la noche avanza, es cada vez más larga. Dura entre 15 y 20 minutos y equivale al 25% de nuestro descanso total.

Por qué hay que dormir

Dormir permite estimular las defensas inmunitarias, la gestión del potencial energético, el crecimiento, la regulación de la temperatura y la presión arterial, el descenso del estrés y la tensión, la conservación de la memoria, el aprendizaje, la producción hormonal y la división celular.

En concreto, el sueño lento (tanto el ligero como el profundo) permite al cuerpo recargar sus reservas de energía para el día siguiente y recuperarse físicamente, y hace que los órganos y tejidos dañados por los esfuerzos se regeneren. Durante la fase de sueño lento profundo tiene lugar la división celular y la producción de la hormona del crecimiento, que hace crecer a los niños y que en los adultos tiene un efecto "rejuvenecedor".

El sueño paradójico es el momento de la noche consagrado a los sueños. Permite recuperarse de la tensión nerviosa, ordenar los recuerdos de la jornada, grabar la información y olvidar aquello que nos resulta inútil.

Aunque durante el sueño paradójico se produzca una gran actividad cerebral acompañada por un gran consumo de energía, este tipo de sueño es fundamental para la mente. De hecho, a diferencia del sueño lento, que resulta reparador desde el punto de vista físico, el sueño paradójico lo es desde el punto de vista mental.

Los síntomas de la falta de sueño
Afirmar que una noche de descanso tiene que durar un número concreto de horas y que esa cifra es válida para todo el mundo es un disparate.

Cuando nuestras noches son demasiado cortas, aparecen una serie de síntomas:
Bostezos. Una inspiración larga, una breve apnea, a continuación una espiración corta, seguida a veces de lagrimeo o estiramientos… todo ello permite estimular la vigilancia y proporciona una corta sensación de bienestar, a pesar del cansancio.

Ojeras. Aumenta la cantidad de sangre en el contorno de los ojos, donde la piel es extremadamente fina, produciendo un color oscuro. La transparencia de la piel depende de cada persona, lo que explica que a algunas personas se les noten más que a otras las ojeras.

Necesidad de excitantes. Cuanto más tiempo estamos despiertos, más adenosina -la hormona del cansancio- acumulamos. Este neurotransmisor se fija sobre los receptores del sistema nervioso y nos avisa de que necesitamos descansar. Los excitantes como el café no eliminan la fatiga, se conforman con esconderla, impidiendo a la adenosina que se fije sobre los receptores. El estado de vigilancia se ve temporalmente reforzado, pero eso no disminuye la necesidad de dormir.
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Una solución ante una noche de poco descanso
La siesta es imprescindible para aquellos que se deben conformar con un tiempo de descanso nocturno menor del que necesitarían, tanto por motivos profesionales o escolares como por cualquier otra razón (haber prolongado una salida nocturna, haberse quedado viendo la tele hasta más tarde de lo que se pensaba...). La siesta les permite entonces saldar su "deuda de sueño".

Pero no sólo en caso de déficit de sueño resulta beneficiosa la siesta, sino que lo es para todo el mundo. La somnolencia que experimentamos después de comer no se debe a la digestión (aunque una comida copiosa pueda acentuar el efecto), sino a una necesidad del cuerpo, que reclama un poco de descanso. Nuestro ritmo de vida se divide entre períodos de actividad y períodos de relajación y hay que saber cómo alternarlos.

¿Siesta "exprés" o siesta "a cuerpo de rey"?
La siesta exprés dura entre 10 y 20 minutos. Es demasiado corta como para que caigamos en un sueño profundo, permite que nos relajemos y también que nos despertemos a una hora fijada por nosotros mismos.

Por el contrario, la siesta a cuerpo de rey (de una hora o más) se consigue dejando que nos despertemos de manera natural. Tras esa siesta, al salir del sueño paradójico o del sueño profundo, la mente está confusa y tiene una sensación desagradable que tarda en desaparecer. Cuando se encuentre en esa situación, algunos ejercicios de gimnasia le servirán para despejar la mente.

Las siestas exprés no sólo son buenas cuando necesita un pequeño sueño reparador tras una noche en la que no ha dormido lo necesario. Por el contrario, son beneficiosas todos los días. Como en toda disciplina, sólo se puede llegar a dominarla con entrenamiento. Al despertarse, se encontrará más descansado, más alerta, más dispuesto y menos tenso.

La siesta a cuerpo de rey quedaría entonces reservada para algunos casos concretos:
ü  Niños.
ü  Trabajadores en turnos de noche; es obligatorio desayunar y descansar desde que se deja de trabajar y en las mejores condiciones posibles (es decir, sin riesgo de sufrir interrupciones).
ü  Antes de una noche en la que se prevé que no se va a descansar lo suficiente. Se trataría de dormir después de mediodía anticipándose a un trabajo de noche o a una salida nocturna.
ü  Cuando ha dormido mal, le resultará muy fácil echarse la siesta. Si se encuentra verdaderamente cansado, podrá hacerlo prácticamente en cualquier sitio. Yo mismo, que tengo de siempre un sueño ligero, suelo dormir la siesta muy a menudo. Y mientras que para poder pasar una buena noche necesito unas condiciones especiales (oscuridad, silencio, calidad del colchón, temperatura moderada, etc.), después de comer me resulta muy sencillo echarme una siesta exprés de 5 a 10 minutos.

Aunque prefiero con diferencia estar tumbado en un sofá para la siesta exprés, puedo conciliar el sueño casi en cualquier sitio si no queda otro remedio. Me acuesto boca arriba, me aíslo un poco (tapándome los ojos con lo que sea), respiro profundamente varias veces… y caigo dormido en segundos.

Su efecto es extraordinariamente beneficioso. Esos pocos minutos me sirven para ganar más horas (sí, horas) de trabajo productivo al final del día. Y por la noche, me permiten escribir el siguiente Tener S@lud.

¡A su salud!

Juan-M Dupuis


domingo, 30 de agosto de 2015

El Libro De Las Actitudes - Sonia Café - Podemos manifestar actitudes a través de los pensamientos, de los sentimientos, del cuerpo y de las palabras.

EL LIBRO DE LAS ACTITUDES

 

INTRODUCCIÓN

Podemos manifestar actitudes a través de los pensamientos, de los sentimientos, del cuerpo y de las palabras. Toda actitud pide una forma de acción visible o invisible. Esa acción nos coloca en el proceso de invocar y vivenciar las cualidades esenciales que queremos imprimir en nuestra vida. Cuando intelectualmente comprendemos algo, es necesario que anclemos en el corazón esa comprensión y la transformemos en una actitud que estamos dispuestos a asumir.

Son infinitas las maneras como podemos actuar, y toda acción implica una elección que se refleja inmediatamente en el ambiente donde vivimos. Cuando podemos estar atentos al modo como actuaremos, nuestros actos se revestirán de las actitudes que elegimos asumir y creamos una red luminosa y sincrónica de calidad que lleva todo a fluir en sintonía con nuestras elecciones.

Así, actitudes consciente y amorosamente asumidas son la clave para vivir en sintonía con nuestra verdadera Esencia. Responder, aquí y ahora con el gesto, la palabra, el sentimiento o el pensamiento correctos y apropiados es la dádiva más plena que podemos acoger en el centro de nuestro Ser.

En toda la Naturaleza, miríadas de seres invisibles están haciendo una profunda interacción energética para que nuestros sentidos sientan la realidad multicolor y multifacética que nos rodea. Nosotros, Seres Humanos, somos una parte muy importante de un todo vibrante e integrado en muchas dimensiones de vida y conciencia. La calidad de vida en ese "todo" depende mucho de las actitudes que decidimos vivir.

Cuando una flor se abre en te floresta y un colibrí viene a libar su néctar, es posible intuir la presencia de la alegría en la vulnerabilidad de la flor que se abre y se entrega al beso del pájaro. Sus actitudes son orgánicas y reflejan la dádiva de la preciosa y equilibrada sincronía que une a todo en la Naturaleza.

El Ser Humano es el único que puede elegir conscientemente la dirección de sus acciones, tornando visibles las intenciones de su Esencia Divina y, a través de sus actitudes, demostrar el valor de sus palabras, el poder de sus pensamientos y el calor de sus sentimientos en todo lo que realiza.

Cuando realizamos toda y cualquier acción, sea sencillamente pensando, sintiendo o actuando concretamente (teniendo presente que "no actuar" en la hora y el momento correctos es una forma de acción), conscientes de la correcta actitud para cada momento, creamos una abertura hacia las dimensiones más profundas en nuestro Ser, donde tenemos acceso al Amor y a la Sabiduría sin límites.

La calidad presente en nuestra conciencia cuando asumimos actitudes es lo que determina el campo vibratorio y sensible donde vamos a actuar y vivir la plenitud de ser simultáneamente, humanos y divinos.

Este es un libro para que ejercites y valorices la sintonía con tu Esencia Interna en el momento de actuar.

El te hace una invitación: la de hacerte consciente de cuán importantes son nuestras actitudes y de cómo ellas reflejan lo que atraemos y creamos en el día a día de nuestras vidas.

El Libro de las Actitudes se propone ser un eslabón de unión consciente entre tú y el ambiente donde vives.

Úsalo cuando necesites un compañero amigo que puede auxiliarte en la búsqueda de la actitud que mejor corresponda a tu acción. Con ilustraciones graciosas y alegres, este libro te ayudará, a través de la imagen y de la palabra, a hacerte consciente de las diferentes maneras de tomar actitudes en tu vida.

Sonia Café

Ejerció de consultora editorial de Editora Pensamiento-Cultrix durante 20 años. A principio de los años 80, participó en la creación de Uniluz, centro de vida espiritual y educación holística con sede en Nazaré Paulista, en Brasil.

PARA BAJAR EL LIBRO HAZ CLICK AQUI: http://bit.ly/1JFRaPM

jueves, 13 de agosto de 2015

OLVIDATE DEL YO, SIRVE, AMA, APRENDE, COMPARTE Y SE FELIZ!!!

 

"EL verdadero amor no es un juego para los frágiles de corazón ni para los débiles; nace de la fortaleza y la comprensión"  (Meher Baba)

Servir a los otros nos aporta dos gratificaciones, por una parte aliviamos el sufrimiento de los demás, y por otra, nos liberamos a nosotros mismos.

No siempre es agradable y placentero, algunas veces es exigente y repugnante para los sentidos.

Para servir debemos estar dispuestos a alcanzar lo inalcanzable, soportar lo insoportable, amar lo repulsivo y sólo entonces, podremos comprender el verdadero significado del servicio sin egoísmo.

Cuando aprendemos a servir verdaderamente las discusiones, conflictos y esfuerzos desaparecerán de nuestras vidas.

Pensar en los demás nos aportará libertad y gozo más allá de lo imaginable.

Las discusiones surgen cuando dos personas intentan ganar egoístamente; es como estar en "tira y afloja, todas las palabras que utiliza se pueden reducir a una: "YO", y a su opuesto "No YO.

Llega un momento que ambos bandos se retiran en doloroso aislamiento, a menos que uno de ellos esté dispuesto a ceder un poco y darle al otro.

Con demasiada frecuencia quiero que la otra persona considere mis necesidades antes que yo considere las suyas, pero he descubierto que la manera más rápida de resolver un conflicto es mostrarle al "oponente" que soy consciente de su punto de vista.

En el momento que la otra persona percibe reconocimiento, su ira desaparecerá y será posible llegar a una solución.

Cuando el "escúchame" se convierte en un "estoy dispuesto a escucharte, la paz sustituye la discordia.


Una de las formas de servicio más elevada que desde mí punto de vista que se puede practicar, es ver la Luz de Dios en todo ser humano sin que importen las circunstancias externas o las apariencias, es un profundo acto de amor, al reconocer lo sagrado que hay en su interior servimos a esa persona, aún cuando el mundo se empeñe en reconocerlo de otra manera.

Todos los actos de caridad o entrega son valiosos porque reconocen la verdadera dignidad de aquéllos hacia los que va dirigida la acción.

Lo importante en este acto es ver al otro como mi igual.

Tampoco ponerme en un lugar "santo o sagrado" por encima de la otra persona funciona, debido a que la piedad o la lástima no son buenas razones para ser caritativos, porque únicamente refuerzan las ligaduras entre el dador y el que recibe.

La verdadera caridad no se encuentra en dar, sino en compartir.

Aquel que da permanece incompleto como dador, en cambio el que comparte está completo.

El que ha despertado su conciencia debe levantarse de su asiento para compartir lo que ha visto en su interior, el discípulo de la verdad debe enseñar lo que ha aprendido y servir en consecuencia.

El amante de Dios debe amarlo en sus semejantes.

La sabiduría para mí carece de significado a menos que se viva, y el amor es infructuoso a menos que se entregue.

Hay algo que gusta mucho y es la parábola de la semilla, que nunca sabemos en que tierra cae, pero que bonito es ir regando semillas de amor y devoción por el mundo, es un acto de amor y de renuncia al "YO". La humildad te acerca más a Dios.

Fuente: http://lareconexionmexico.ning.com/profiles/blog/show?id=5130730%3ABlogPost%3A5419&xgs=1&xg_source=msg_share_post

domingo, 12 de julio de 2015

DIEZ MANDAMIENTOS SECULARES

1.- DOMINA tu lengua. Di siempre menos de lo que piensas.

2.- PIENSA antes de hacer una promesa y luego no la rompas, no importa cuánto te cueste cumplirla ni el tiempo que tardes, pero cúmplela.

3.- NUNCA dejes pasar la oportunidad de decir algo alentador a una persona, o algo bueno acerca de ella, siempre es agradable escuchar palabras estimulantes.

4.- TEN interés por las personas que te rodean, por sus familias, sus hogares, sus sueños. Acompaña a los que ríen sanamente y conforta a los que lloran; ellos necesitan de ti.

5.- SÉ alegre. Ríete de las buenas historias y aprende a contarlas. Trasmitir alegría es un don que todos podemos tener, solo tienes que poner atención en ti mismo para lograrlo.

6.- CONSERVA una mente abierta para todas las cosas. Recuerda que no hay verdades absolutas. Y que es una virtud poder discrepar y conservar la amistad del oponente.

7.- DEJA que tus virtudes hablen por sí mismas y rehúsa hablar de las flaquezas y faltas de los otros. Condena las murmuraciones, en especial las malintencionadas, hacen mucho daño a todas las personas.

8.- TEN cuidado con los sentimientos de los demás. Es más fácil herir que reparar luego.

9.- NO hagas caso de habladurías sobre tu persona. Vive de forma que nadie pueda darles crédito y acabarán por olvidarlas, cuando una persona destaca entre las demás por su nobleza, eso puede crear envidias, así que, solo sé tú mismo.

10.- NO seas excesivamente celoso de tus derechos. Trabaja, ten paciencia, conserva la calma, cree en ti mismo, ten firmeza y recibirás tu recompensa, ya que cerca de ti tendrás a esa persona que sabrá decirte lo que tú eres para ella.

El paso del tiempo debe ser una conquista y no una pérdida, así que vive la vida segundo a segundo porque es lo que hoy puedes tener.

Encontrado en varias webs y publicados sin nombrar el autor del mismo.

miércoles, 10 de junio de 2015

Cuando la educación hace daño: madres tóxicas

 

 

Hablamos de madres tóxicas, no obstante, cabe aclarar también que hay padres tóxicos y abuelos tóxicos. Pilares en la educación de los niños que lejos de fomentar una madurez personal y una seguridad con la cual, poder abrirse posteriormente al mundo, no hacen más que anclar pesadas cadenas vetando por completo la independencia física y emocional de esa persona.

Ahora bien, cabe decir que el rol de la madre tiene casi siempre, un peso más intenso en la educación de los niños. Es ella quien establece ese vínculo de cuidado y afecto tan estrecho con ese recién nacido, que día a día, irá desprendiéndose de sus brazos para avanzar con seguridad por el mundo sabiéndose amado, teniendo siempre ese referente que le ha aportado un amor incondicional pero saludable, con el que madurar de modo inteligente.

Las madres tóxicas ofrecen un amor a sus hijos hostigante a la vez que inmaduro. Proyectan sobre ellos sus inseguridades para reafirmarse personalmente, y así, tener mayor control sobre sus vidas y sobre la de sus hijos.

1. ¿Qué hay detrás de la personalidad de las madres tóxicas?

Puede que nos llame la atención, pero detrás del comportamiento de una madre tóxica, está el amor. Ahora bien, todos sabemos que a la hora de hablar del amor, existen dos caras de una misma moneda: está esa dimensión capaz de propiciar el crecimiento personal de la persona, ya sea a  nivel de pareja o a nivel familiar, y a su vez, está también ese lado más tóxico donde se ejerce un amor egoísta e interesado, a veces hasta asfixiante, que puede ser completamente destructivo.

Lo preocupante, es que los familiares que despliegan las artimañas de la toxicidad, lo hacen hacia criaturas que están en pleno proceso de maduración personal, ahí donde debe asentarse su personalidad, su autoestima… Todo ello, irá esculpiendo en ellos grandes vacíos, grandes inseguridades en ocasiones insalvables.

Veamos ahora qué dimensiones psicológicas perfilan a las madres tóxicas:

1. Personalidad insegura

En ocasiones, suele esconderse una clara falta de autoestima y autosuficiencia que les obliga a ver en sus hijos “esa tabla de salvación” a la cual modelar y controlar para tener siempre a su lado, para que cubran sus carencias.

El ver por ejemplo que sus hijos empiezan a ser autónomos, que ya no las necesitan tanto y que poco a poco son capaces de hacer su vida, supone para ellas una gran ansiedad, puesto que temen ante todo quedarse solas. De ahí que sean capaces de desplegar “hábiles artimañas”, para seguir teniéndoles cerca e incluso justificarles que debe ser así, y un modo de hacerlo es proyectando en los niños desde el inicio su misma falta de autoestima, y su misma inseguridad.

2. Obsesión por el control

La necesidad por tener controlado cada aspecto de sus vidas, hace que acaben haciendo lo mismo en la vida de sus hijos. No son capaces de ver los límites. Para ellas, control es sinónimo de seguridad, de algo inmanente que no cambia, y lo que no cambia es bueno porque les hace sentir bien.

Lo complicado de esta dimensión es que suelen ejercer el control pensando que con ello, hacen el bien y que así demuestran amor por los demás. “Yo te hago la vida fácil controlando tus cosas para que seas feliz”, “Yo solo quiero lo mejor para ti, y por ello evito que puedas equivocarte”…

El control llevado a cabo desde la justificación del cariño, es el peor acto de la sobreprotección. Impedimos con ello que los niños sean autónomos, capaces y valientes. Y aún más, que aprendan de sus errores.

3. La proyección de los deseos incumplidos

“Quiero que consigas lo que yo no tuve“, “No quiero que caigas en mis mismos errores”, “Quiero que llegues a ser aquello que yo no puede conseguir”.

En ocasiones las madres tóxicas proyectan en sus hijos los deseos incumplidos de su propio pasado, sin preguntar si quiera qué es lo que ellos desean, sin darles opción a elegir, pensando que con ello, les demuestran un amor incondicional, cuando en realidad, es un falso amor. Un amor interesado.

¿Cómo enfrentarnos a una madre o a cualquier familiar “tóxico”?

Sé consciente de que debes romper el ciclo de la toxicidad. Has vivido durante mucho tiempo dentro de él, sabes las heridas que te ha dejado, sin embargo, ahora ya comprendes que necesitas abrir tus alas para ser tú mismo. Para ser feliz. Te va a costar, pero debes empezar a decir “No”, a poner en voz alta tus necesidades y a alzar tus propios muros, esos por los que nadie debe pasar.

-Es tu madre, o es tu familia, los quieres y sabes que romper ese ciclo de toxicidad puede causar algún daño. En ocasiones, decir la verdad de lo que uno siente hace daño a los demás, pero es una necesidad vital. Se trata solo de marcar límites y dejar claro lo que permites o lo que no. No deseas causar daño alguno, debes dejarlo claro, al igual que debe quedar constancia de que tampoco tú quieres ser herido/a nunca más.

-Reconoce la manipulación. Hay veces que es tan sutil, que no nos damos cuenta, así que atiende cualquier palabra, cualquier comportamiento. Y sobre todo, no caigas en las redes de la “victimización”, puesto que es un recurso fácil al cual suelen recurrir las personas tóxicas y las madres tóxicas. Alzarse como las más dolidas, las más heridas, cuando en realidad, al que han hecho daño es a ti. Tenlo siempre en cuenta.

Cortesía imagen: Anna Radchenko

FUENTE: http://bit.ly/1S5CknO