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jueves, 24 de julio de 2014

CARTA A MIS HIJOS (ELEGIR A LA ESPOSA ADECUADA) - Tomado del Libro "Para entrenar a un Niño" de Michael y Debi Pearl

Hijos; No puedo imaginar la clase de mundo que pueda traer el día de mañana, pero a menos que sea el Milenio del que habla la Biblia, será aún más hostil para la familia.  Si el Señor tarda en venir lo suficiente como para que ustedes se casen y empiecen a criar hijos, su papá tiene unas cuantas palabras de consejo.

Primero, sepan que la mujer con la que se casen será para toda la vida madre de sus hijos.  Todo lo que ella sea, por las experiencias pasadas acumuladas, estará presente en la madre de sus hijos.  Ninguna decisión afectará el futuro de sus hijos más importantemente que la elección de su compañera para toda la vida.  La relación entre un hombre y su esposa afecta más a los hijos, que ningún otro factor.  Una pareja pudiera expresar sus diferencias únicamente en privado, pero jamás podrán ocultarles a sus hijos los efectos.  Recuerden, su familia no podrá ser mejor, que lo que es la relación que tengan con su esposa: la madre de ellos.

No dejen de cultivar su relación con su esposa.  Satisfagan las necesidades de ella.  Háganla feliz.  La condición mental de ella será el 50% del ejemplo de los hijos, y el 100% cuando ustedes estén ausentes.  Si ustedes aman y cuidan a su esposa, los hijos la amarán y la cuidarán también.  Si ustedes están dispuestos a servirle a ella, el ejemplo se reflejará en la experiencia de ellos.

Cuando busquen una esposa y madre para sus hijos, el primer requisito es que ame al Señor y sea discípula de Él.  Ninguna otra cosa será capaz de sostenerla hasta el final.  Necesitará saber orar.  Una muchacha que ve a Cristo con ligereza, hará lo mismo con su familia.  Un hombre y su esposa son "coherederos de la gracia de la vida."   Se necesitan dos, en un yugo igual, para tirar la carreta familiar felizmente a su destino a través de los hostiles desiertos de esta vida.

El segundo elemento que hay que buscar en una futura esposa es: alegría.  Ahora, algunos pasarían por alto esta cualidad totalmente; pero no puedo recalcar demasiado el valor práctico de esta cualidad.  La muchacha que es irritable y descontenta antes del matrimonio, no cambiará repentinamente después.  Todos pasamos por pruebas y adversidades.  La muchacha feliz y alegre, ha aprendido a manejarlas sin dejar de disfrutar la vida.  No hay hombre que pueda hacer feliz a la mujer descontenta.  La mujer que no encuentra el gozo que mana de una fuente interior, no la encontrará en las dificultades y pruebas del matrimonio y la maternidad.

El cortejo es un jardín en primavera; todo parece prometedor; pero el matrimonio es un jardín en agosto, cuando empieza a dejarse ver la calidad del suelo y de la semilla, el cuidado que se ha puesto para prevenir las plagas, el añublo y las malas hierbas.  El fruto del vientre se puede arruinar antes de que germine.  Elijan con cuidado y oración a su esposa y la madre de sus hijos.  Una muchacha sentida que llora para manipularte, será un grillete después del matrimonio.  La alegría se deja ver mejor cuando las cosas no salen exactamente como ella quisiera.

La siguiente cualidad que hay que buscar es: gratitud.  Cuando una muchacha no es agradecida con su familia o sus circunstancias, un cambio de ambiente y relaciones no la va a volver agradecida.  La gratitud no es una respuesta al ambiente en el que uno se encuentra, sino una expresión del corazón.  Eviten a la muchacha de humor cambiadizo, malagradecida y descontenta.  Si no está llena del gozo de vivir antes del matrimonio, seguramente no lo estará después.  Una joven que tenía menos de un mes de casada le dijo a Deb:  "Jamás he sido una persona sentida, a la que se le ofende fácilmente.  Pero desde que me casé, parece que cargo con un resentimiento constante.  Supongo que es porque me importan las cosas más que antes."   Deb le dijo: "No, no es que las cosas te importen más; sólo es que sientes que tienes más derechos y por eso esperas más."   Lo que hay que recordar es que la personalidad y el temperamento no mejoran después del matrimonio.  Cuando se elimina el freno social, la libertad que procede de una unión segura y permanente, permite que uno exprese sus verdaderos sentimientos.

Hijos, tomen nota de la actitud de una muchacha hacia su padre.  No importa qué clase de canalla pueda ser él, si ella es rebelde con él, será doblemente rebelde con ustedes.  Si se expresa irrespetuosamente de su padre o con él, lo mismo hará con ustedes.

Otra cosa que hay que buscar es que sea una trabajadora diligente y creativa.  No se casen con una muchacha floja y perezosa.  La belleza envejece muy rápidamente cuando está guardada en la cama, enmarcada en el desarreglo y las quejumbres.  Eviten a toda costa a la muchacha perezosa.  Si espera que la atiendan, que se case con un mesero.  Suficiente trabajo tendrán criando hijos sin tener que criar también a la esposa.

Jamás se casen con una muchacha que no está convencida de que está consiguiendo al mejor marido del mundo cuando te consiga a ti.  La muchacha que se embarca en el matrimonio pensando que le podía haber ido mejor, jamás estará satisfecha por estarse preguntando cómo hubieran sido las cosas si...

Eviten a la muchacha que está enamorada de su propia hermosura.  Mejor sería casarse con una muchacha de apariencia sencilla que se contente con amar y ser amada, que con una que se va a pasar la vida tratando de preservar su belleza.  La vida es demasiado grande y abundante como para desperdiciarla esperando a una mujer desilusionada que está mirando el espejo y lamentándose.

Eviten como si fuera una plaga a la muchacha que persigue su propia carrera fuera del hogar.  La esposa debe ser "ayuda idónea" para ustedes. 

El último requisito es amor por los niños.  La muchacha que no quiere tener en su vida el "estorbo" de los niños, está sufriendo de un profundo dolor y va por el camino a la infelicidad.   Algún día, si el Señor lo permite, tendrán sus propios hijos.

Michael & Debi Pearl   
Tomado de "Para entrenar a un Niño"

 

Apreciado Lector:
 
El libro "Para entrenar a un Niño" de los esposos Michael & Debi Pearl está dividido en 21 capítulos.  Hoy te envío la primera parte del capítulo 20.  Además, te envío las páginas web desde donde puedes bajar tanto el libro, como los audios por capítulo.  Si tienes inconveniente para bajar el libro o los audios, puedes escribirme, y con gusto te los enviaré.  No los envío adjuntos, porque muchos suscriptores tienen bloqueo para recibir archivos.  Mi recomendación es que bajes todos los audios a tu PC, luego grabas los 21 audios en un CD, y los vas escuchando en tu vehículo mientras vas de la casa a la oficina y de regreso, o en tus momentos libres.  El valor de estos libros generalmente es muy bajo, se pueden comprar por internet o en librerías cristianas en tu país.  Sería bueno que lo compraras y lo dejaras como un manual de lectura diaria, en el caso de que estés educando niños.
 
Libro

http://arturoquintero.org/Recursos/libros/ORGANIZADOS/15-MANUALES/Para%20entrenar%20a%20un%20nino/texto/Texto.pdf


Audios

http://pabloodavid.byethost17.com/index.php/component/content/article/1-latest-news/442-ninos

 

Un Abrazo, que Dios te bendiga, te muestre su rostro, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, y mucha Prosperidad; 

 

        

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