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martes, 4 de marzo de 2014

Viborianus de Victoriano Robles Cruz.- La zorra y las uvas Aportacion del 4 de Marzo 2014

Viborianus

Victoriano Robles Cruz

La zorra y las uvas

Recuerdo esta fábula, venía en el texto de español de la escuela primaria, del colegio de monjas, en la cual nuestro padre nos refundió como alternativa educativa por los “buenos resultados” en la escuela oficial de nuestra localidad. Quizá por ser inquieto, extrovertido, comportamiento cargado con demasiada actividad, pero sin llegar al denominado trastorno hiperquinético. Dolor de cabeza para varios docentes de primaria y secundaria. La retentiva no muy recreada, pero contenía un dibujo en blanco y negro a líneas de pluma, de la zorra intentando saltar sobre el racimo del árbol de uvas, el cual pendía en las alturas. Refresquemos esta fábula para el ejercicio de hoy:

Había una vez… una vieja y taimada zorra estaba decepcionada. Durante todo el día había merodeado tristemente por los densos bosques y subido y bajado a las colinas, pero... ¿de qué le había servido? No hallaba un solo bocado, ni siquiera un ratón de campo. Cuando lo pensaba -y se estaba sintiendo tan vacía por dentro que casi no podía pensar en otra cosa-, llegó a la conclusión de que nunca había tenido más hambre en su vida. Además, sentía sed…, una sed terrible. Su garganta estaba reseca.

En ese estado de ánimo. Dio la vuelta a un muro de piedra y se encontró con algo que le pareció casi un milagro. Allí, frente a ella, había un viñedo lleno de racimos de frescas y deliciosas uvas, sólo esperaban que las comiesen. Eran grandes y jugosas e impregnaban el aire con su fragancia. De diferentes variedades, la hermosura de los frutos incitaban a cualquier hambriento personaje.

La zorra… se detuvo, observó… no perdió el tiempo. Corrió, dio un salto y trató de asir la rama más baja, con sus hambrientas mandíbulas… ¡pero no llegó a alcanzarla! Volvió a saltar, esta vez a una altura algo mayor, y tampoco pudo atrapar con los dientes una sola uva. Cuando fracasó por tercera vez, se sentó por un momento y, con la reseca lengua colgándole, miró las docenas y docenas de ramas que pendían fuera de su alcance. Era su reto individual.

El espectáculo era insoportable para una zorra famélica, y saltó y volvió a saltar, hasta que sintió mareos. Necesitó mucho tiempo, pero, por fin, comprendió que las uvas estaban tan fuera de su alcance… como las estrellas del cielo. Y no le quedó más recurso que batirse en retirada. En la retirada… paraba, volteaba a verlas, el cuello lo doblaba, pero su frustración se convertía en desgracia aunque inaceptable, sí lógica. La altura le había vencido.

En esa decepción… por sus adentros expresó: ¡Bah! ¿Quién necesita esas viejas uvas agusanadas? Están verdes…, ¡sí!, eso es lo que pasa. ¡Verdes! Por nada del mundo las comería.

-¡Ja, ja! -dijo el cuervo, elcual había estado observando la escena, desde una rama próxima- ¡Si te dieran un racimo, veríamos si en verdad las uvas te parecían verdes!

Moraleja: Nunca traslades la culpa a los demás de lo que no eres capaz de alcanzar.

Todos tenemos en algunos momentos ciertas dificultades, debemos conocer y admitir nuestras carencias, nuestras faltas, los huecos de nuestra vida y para muchos no es para nada agradable. Tomar conciencia de que enfermamos, envejecemos y morimos, de que nuestra existencia tiene un límite, de que aquellos a quienes amamos nos pueden dejar y, de hecho, nos dejan produce angustia. Esa situación temporal no debe provocarnos transferir la responsabilidad a otros.

Por ello la actitud mental positiva comienza con admitir un estado temporario de mal estar, es sentirnos de acuerdo con la situación que lo origina. Y desde ese "sentirse mal", se admite tener una dificultad, un problema, un imprevisto y hacen todo lo que se tienen a mano para resolver la cuestión. Es decir, debemos aceptar la situación desagradable y a partir de allí realizar lo que tienen que hacer para producir un cambio. ¡Inmediato!

Todos podemos alcanzar esas uvas. 1) Autoconciencia: tienes que reconocer tus propias carencias, dificultades, circunstancias desfavorables; 2) autocrítica, debes hacerte responsable de tus propias conductas que producen y/o perpetúan el mal estar; 3) deseo de cambio: tienes que sentir, pensar y hacer lo conveniente para generar transformaciones en la propia vida evaluando las consecuencias de cada decisión tomada. Todo lo anterior debe estar amorosamente envuelto por, 4) tu buena fe o sea dejar de engañarte a ti mismo.

PD.- Una fábula es un relato breve de ficción, protagonizado por animales que hablan y escrito en prosa o verso con una intención didáctica de carácter ético.

viborianus@gmail.com  Twitter:@viborianus   www.viborianus.com

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