Carta de un maestro a Enrique Peña Nieto.

Viborianus - Victoriano Robles Cruz

 Carta de un maestro a Enrique Peña Nieto.

 Señor presidente.

Respeto la investidura que usted representa, porque en ella han estado grandes presidentes de México (Benito Juárez García, Lázaro Cárdenas del Río). Pero su persona me es difícil respetarla y no es por odio, tampoco por fobia, es que usted tiene posturas que afectan directamente a mi México querido y al meterse usted con mi país automáticamente se está metiendo conmigo, tampoco es personal. Pero tanta crueldad en sus políticas me hace pensar que lo hueco de su discurso llevará a mi país a la época de Santa Ana y eso no puedo permitirlo.

Usted llegó al poder derrochando dinero en números incalculables, jamás había visto algo semejante, logré ver durante su campaña hasta muñecos elaborados con la imagen desvergonzada de su persona, como si el futuro de México se limitara a una especie de cuentos imaginarios que no existen, lo real es que más de 60 millones de mexicanos viven en la pobreza y las condiciones actuales en la que usted mantiene al país demuestra que ese crecimiento aumentará considerablemente.

Usted señor, engaña al país al decir que sólo con reformas estructurales neoliberales México va a progresar, nos vende en la televisión comerciales llenos de mentiras y que empobrece el análisis de los ciudadanos, con ello establece un mundo lleno de imaginación y mediocridad.

Los maestros no nos paramos sobre el pizarrón, mucho menos caminamos sobre las paredes. Los maestros mexicanos damos clases en situaciones precarias, dónde los niños hablan una lengua indígena, van sin calzado a la escuela, trabajan por las tardes, sufren de hambre y desnutrición, no tienen luz eléctrica, viven en constante miedo por la delincuencia, sus padres están desempleados, sus madres lavan ropa ajena para poder dar sustento a su familia, sacrifican viajar en camiones de pasaje para que les alcance comprar algo en el recreo, no tienen dinero para investigar en internet, van sin desayunar a clases, sus padres están desaparecidos a causa de la delincuencia, son huérfanos y están viviendo son sus abuelos.

No tenemos matriculados en nuestra escuela pública a los hijos de Beltrones, Moreira, Ulises Ruíz, Jesús Zambrano, Ernesto Cordero, Cesar Camacho, Emilio Gamboa, Carlos Romero Deschamps, Roberto Madrazo e hijos de diputados, senadores, gobernadores e incluso ni a un familiar del Secretario de Educación Pública. Nadie de ellos, ni siquiera hijos de los que conforman su gabinete.

Tenemos matriculados al hijo del señor albañil que construye casas condominios, a los hijos del campesino que siembra maíz y frijol para sustentarse, a toda la familia de los obreros que trabajan en los ingenios azucareros, ellos son los que llenan nuestra matrícula escolar y millones de hijos que se encuentran dentro de los 60 millones de pobres que el modelo económico neoliberal a excluido de su proyecto económico.

Nosotros no tenemos medios de comunicación comprados para atacar sus políticas criminales, nosotros tenemos que luchar contra adversidades económicas terribles, con un sueldo de 4000 mil pesos a la quincena no podemos lograr pagar la renta o hacerse de una casa propia, tenemos que endeudarnos con empresas que ustedes mismos han creado para poder pedir un préstamo y estar endeudados unos 8 años mínimo, créame que si usted viviera en tal condición, la mujer que usted ostenta como su esposa no aguantaría un solo día. ¿Ésta situación no es una vergüenza?

¿No es una desigualdad? El kilo de tortilla vale 14 pesos, la gasolina sube sin que nadie la detenga, el kilo de frijol tiene precio de 24 pesos, la azúcar, el aceite, huevo, pollo, carne rojas, frutas y verduras han elevado su precio, estoy seguro que usted no sabe ni

> cuánto cuesta mantener a un hijo o dos en una carrera universitaria, usted tiene sirvientes y el dinero que usted gasta nos pertenece a los mexicanos y aún así no tiene vergüenza de actuar en contra de los que le pagamos los vestidos a sus hijas, las zapatillas caras proveniente del otro continente, realmente usted no sabe que se siente dormir en el piso noches enteras para que un funcionario se digne a recibirnos y escucharnos.

Aún así tenemos que sufrir las secuelas de los policías federales, que enojados piensan que por nosotros a ellos los ponen a trabajar más de lo debido. ¿Quién tiene la culpa señor presidente? ¿A caso somos los maestros los que heredamos el FOBAPROA? ¿A caso somos nosotros los que dejamos que Gordillo hiciera corrupción dentro de mismo gobierno? ¿A caso somos nosotros quienes impulsamos escuela privadas como un negocio particular?

Cuando lo escucho y veo en la televisión me da vergüenza saber lo que usted dice con tanta saña contra los maestros, me aterra escuchar al Secretario de Educación Pública hablando de que el debacle en educación es culpa de los maestros.

No señor.

No puedo seguir permitiendo eso.

Atentamente

Un maestro frente a su grupo

Ing. Javier Ruiloba Aguilera

PD.- Todavía esta fría madrugada (12 grados), un colega me preguntaba por la acostumbrada columna, le respondía que no había escrito. Pero me encontré en el correo este mensaje, de un apreciado legislador, y por el valor del contenido lo compartimos. Agradecido siempre por su comprensión.

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